Para quienes nos siguen en este espacio, comentando sobre la historia de pencahue, estamos conociendo las localidades que tienen su identidad propia en esta hermosa comuna pencahuina, en nuestra primera columna conocimos rauquen que serpentea de la mano con el río claro, guardando en su ceno una gran historia.
Hoy conoceremos otra localidad que nos entrega interesantes acontecimientos del pasado.
Libun. Livn es el primitivo de este nombre, y servía a los nativos para expresar la idea de la claridad, que significa en su nombre el crepúsculo y la Aurora.
No se escapó a la observación, y perspicacia de los naturales que ni en las noches más tenebrosas del invierno no faltaba alguna claridad hacia el cenit de este lugar.
El uso autorizado del empleo de la b en lugar de la v , que por etimología debiera escribirse.
En el libro de curepto apuntes de su historia don Danubio correa rescataba lo siguiente
que con fecha 7 de junio de 1884 el departamento de curepto se dividiría en diez subdelegaciones que tendrán los límites, nombres y número de orden,y dentro de ellos libun aparece en el departamento de curepto, como subdelegación rural número 6 . Y dice lo siguiente: se denominará libun y tendrá los siguientes límites: al norte por una línea imaginaria que partiendo del portezuelo del guindo continúe hacia el poniente por los cerros del rosal, los huachos, portezuelo del gualleco y
La pata de vaca hasta llegar al cerro manquimavida
Al sur por línea imaginaria que partiendo del cerro el roble. Continué por los cerros de peñuelas, los sauces, población y alto del roble, terminando en la loma ancha. Al oriente por el cordón de cerros de la chepica, hasta tocar con el límite de la subdelegación de tonlemo. Al poniente por una línea imaginaria partiendo de la angostura del portezuelo de montecillo termine en la loma ancha.
Contando con los siguientes distritos: libun, Batuco, y culenar. Hoy sus habitantes viven aferrados a su origen, a su pasado histórico; cuando por ejemplo en 1669 la iglesia católica ya contaba con una viceparroquia en el lugar, y era visitada en forma esporádica por el presbítero don Miguel Lopez de Quintanilla de la parroquia de rauquen , quien se imponía en aquellos tiempos el penoso deber de visitar e impartir la doctrina en esta apartada viceparroquia de libun, donde el abandono de esas almas se veían privadas de todo auxilio religioso para aquellos tiempos.
En 1690 don Pedro de elguea y neura hereda de sus padres esas tierras donde sus parajes eran prósperos para la crianza de ovinos y caprinos, este hacendado agricultor, y comerciante trabajaba las pieles de sus animales que eran de mayor valor inclusive que la carne y las transportaba por el río maule que en esos tiempos era navegable, desde el sector del morro donde se fusionan el río claro, el maule, y el loncomilla hasta constitución, y de ahí a distintos puntos del país.
Haci libun nos transporta orgullosamente a su pasado histórico.
Juan Orellana. escritor e Investigador