“Las indicaciones del Partido Republicano a las partidas presupuestarias que otorgan fondos de tan sólo $1.000 a los sitios de memoria y particularmente al Museo de la Memoria afortunadamente fueron rechazadas por la mayoría de la Cámara. Sin embargo, denotan un espíritu, una intención de olvidar lo que pasó en Chile durante la dictadura. Y eso es muy grave, porque el que olvida los hechos que no pueden ser olvidados arriesga a repetirlos. A nadie en Alemania, a nadie en ningún país en que han ocurrido las violaciones de derechos humanos que ocurrieron en esos regímenes se les habría podido ocurrir intentar tapar la basura debajo de la alfombra.
El Museo de la Memoria, los sitios de la memoria nos recuerdan un pasado que no podemos olvidar porque olvidar es peligroso. Estamos en un momento en que en Chile debemos conservar la memoria exactamente para que no se repitan esos hechos para preservar nuestra democracia, para ser capaces de decir mira, esto pasó y no va a volver a pasar nunca más.